Entro en Zara y parece la franja de Gaza. Respiro profundo, repaso mentalmente mi objetivo, y me lanzo a por él.
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Por el camino me encuentro no-objetivos que se convierten en tales en el acto. Un bolso del tipo fondo-de-armario, y un botín. Pero sólo uno. El izquierdo.
Lo sostengo entre mis manos, y me armo de valor para ver la suela: ¡horror! Es de mi talla. Ahora ya sí que me lo TENGO que comprar. Soy la típica pringada que interpreto las señales que me mandan (Amancio&Co).
Ahora sí que sí, basta que no encuentre el botín para que se convierta en la necesidad más grande que nunca he tenido. Miro a mi alrededor el estado del campo de batalla y me desanimo un poco. Lo vuelvo a mirar, con el otro bolso colgado ya de mi brazo, y recobro unas fuerzas inauditas.
Me digo: "aún no he encontrado mi objetivo nº1; poseo el nº2 y el nº2 y medio. Aprovecho la búsqueda del nº1 para encontrar la pareja Cenicientil del nº2 y medio".
Me remango y me pongo manos a la obra. Pasada la media hora tirada por el suelo buscando desesperadamente por todos los zapatos de la tienda, me empieza a flaquear la esperanza.
Le pregunto a una aturdida dependienta por el nº1 y me contesta que no ha llegado ni a rebajas (eso me pasa por rata, 100% merecido), y por mi huérfano par me desea toda la suerte del mundo, pero no puede hacer nada por mí.
Voy a probadores y les limpio las borlas de polvo con el jersey de los arrastrones por el suelo. Me miran con cara de pena.
Pregunto en Caja. Se aguantan la risa mientras se dan codazos.
Ficho a todas las compradoras que puedo a ver si hay otra con cara de idiota con el otro botín en la mano.
Peino la zona previamente subdividida en sectores mentales.
Desisto con ojos humedecidos.
Poco a poco voy abriendo la mano mientras me despido psicológicamente de mi prenda fetiche...
Me rindo. Bandera blanca.
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A todo esto mientras he cogido una camisola y una camiseta, y a medida que me acerco a la Caja, observo que la cola que se ha formado llega hasta el infinito y más allá.
Me creo listísima y me voy a la Caja de niños. Infumable.
La de hombres, peor aún.
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Aguantándome las ganas de llorar me doy cuenta de que voy a tener que dejarlo todo. El enemigo avanza, y las resistencias son ya débiles. La batalla está a punto de terminar. Escojo bien el lugar donde depositar mis tesoros, y tras una pequeña ceremonia me despido de cada una de las prendas.
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Sin mirar atrás salgo de Zara con las manos vacías. Mi super-hombre no da crédito, se queda sin palabras, y corre a abrazarme. Es consciente de la experiencia traumática que acabo de vivir. Algo me reconforta, sin embargo, la reconstrucción psicológica será un camino laaaaargo y tortuoso.
Y para la que lo esté disfrutando, que le hable de mí un rato al día....
9 comentarios:
Yo me voy al frente esta tarde. Si la nieve y el caos me lo permiten. Que la fuerza me acompañe!
puff, te comprendo perfectamente, a mi me paso eso en las rebajas de verano, y cuando le pregunte a la dependienta me dijo que podia estar en cualquier rincon de la tienda... casi la mato!!! aaag! al igual que tu... limpie toda la tienda con mis rodillas de agacharme a buscar... pero mi esfuerzo y constancia tuvieron su respuesta y encontre el otro par.... siiii! lo encontre! y lo peor sabes que es?? que todavia no los he estrenado!!! increible, no tengo perdon!jajaja
Besotes! me ha encantado el post!
Eres brutal, te entiendo pero yo no suelo pasar del umbral de la puerta, odio la muchedumbre, el desorden, el chasco al no encontrar algo... me quedo en casa mejor.
Te echaba de menos, feliz año!
Qué bien has contado tu experiencia rebajil jej
Yo no sigo ninguna de las reglas de las rebajas (listas, invertir en básicos, etc), compro si algo me gusta, igual q en temporada. Pobres botines, te echan de menos...
yo aun no he ido.. creo que ire el sabado! si,soy masoca pero el lunes por la manianita ire.. que tengo fiesta y no hay tanta gente!
espero que no me pase nada similar a tu botin solitario.. que fuerte!
mas de lo mismo, me prometia a mi misma que no necesitaba nada... al final no lo puedo resistir y me voy a zara el dia 8. D E S A S T R E. ¿donde estan todos aquellos zapatos, bolsos, vestidos, camisas que se prodigaban el dia 5? Amancio nos la vuelve a jugar, o todo está escondido o las dependientas se lo llevaron todo!!!!!!!! con las manos vacías intento alegrarme... porque no era yo la que decía QUE NO NECESITABA NADA!???
Me siento muy identificado con tu última vivencia, pero no en primera persona. ¿por qué será?. Por mi condición de género no vivo las rebajas como parte fundamental de mi existencia, pero estoy íntimamente ligado, por mi estado civil, a todas las situaciones que Amancio&co os hace experimentar a diario. Os tienta, os putea, juega con vuestros sentimientos y con vuestro felicidad. Pero al final, os merece la pena, o no?
Genial tu descripción de los hechos,jajaja!!!!! Siento el final, mira que da rabia. Yo también me enamoré de unos botines grises de Zara pero en rebajas no asomaron por ninguna parte.
Espero que la próxima vez tengas más suerte.
Un besote!!!
Jajajaja... qué gracia vuestros comentarios...
Beatriz: suerte!! ya nos contarás...
Lapau: estrena esas sandalias!! aunque sólo sea por mi...
Paula: no sabes lo bien que haces, te ahorras muchos disgustos...
Cuatro Ideas: reglas? qué reglas?
Lei: ya nos contarás, pero suerteeeeeee...
Palomix: Amancio juega con nosotras a su antojo, nos esconde las prendas para hacernos sufrir cada temporada...
Coronel: ... absolutamente sí nos merece la pena... masoquismo???
Natalia: no desesperemos, aparecerán nuestras prendas desaparecidas!!!
Besos a tod@s!!
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