¡Atención! ¡
Hombres del mundo! Desde aquí hago un llamamiento para advertiros de que... ¡os estáis equivocando!

El mundo a lo largo de la
historia ha estado siempre dominado por el hombre. Hombre entendido como macho, no como especie humana. La
mujer apenas lleva media hora de la historia con derecho a voto, y un cuarto de hora hablando y expresando sus opiniones (en alto).
Así, la tendencia natural ha sido -sobre todo a lo largo del pasado siglo XX- imitaros. En las primeras décadas del XX las díscolas más atrevidas empezaron a
fumar, a cortarse el pelo como vosotros, a usar ¡
pantalones!, a trabajar...
Cosas todas que han mejorado bastante nuestro confort. Menos
trabajar, que es un engorro, pero muy práctico a fin de mes cuando uno recibe su nómina. Usar pantalones es comodísimo, llevar el
pelo a lo garçon más aún, apenas hay que peinarse ni usar
mascarillas-al-extracto-de-aceite-de-aguacate-tropical-y-jojoba-surcoreana.

Noto (seguramente al igual que
vosotr@s) que en los últimos años la
sociedad se ha feminizado de una manera considerable. Aunque sigamos cobrando menos, que ése es otro cantar. Los requisitos que veo ahora necesarios para ser
moderno o
fashion -o simplemente
hortera-, es copiarnos a las
señoras. Y ahí es donde veo el terrible error con el que encabezo este post. Y es exactamente a ese tipo de hombre al que está dedicado, el resto podéis relajaros que no va con vosotros.
Es decir, ahora los señores (este tipo del que os hablo), con lo cómodo que lo tenían, siendo la única exigencia de la sociedad:
a- que se afeiten cada día;
b- si no se afeitan, que se cuiden un poco los pelos faciales (un poco, tampoco mucho);
OPTAN, de manera voluntaria, por:
- depilarse (¿estáis locos?) ¿O es que no está bien este señor así, sin luchar contra la evolución?

- someterse a los crueles, tiranos y esclavos dictados de la
moda (con lo bien que estáis con vaquero y camiseta) (justo éstos no, claro...)

- ¡¡ponerse
mechas!! por supuesto de manera periódica, porque si no las raices... ¿No es una esclavitud preocuparse por ir peinado igual que tu mujer?

- plantarse un par de
pendientes, como las perlas que adornan a Falete (me apetecía ponerlo, no es un gran ejemplo de
macho ibérico...).

Sólo se os exigía el mantenimiento de unas mínimas y básicas condiciones de higiene y salubridad, ¡y os habéis metido en ese
berenjenal solitos! ¡Qué poco práctico!
(aviso a navegantes: la señora de la foto sonríe porque se depiló otro día y la máquina está apagada)

Cada vez que me toca depilarme, me acuerdo de la
cruz que tenemos que soportar las mujeres del mundo occidental (no sé que harán las orientales, más que nada porque no les he preguntado), pero me reconforta pensar en la cruz que tiene mi chulazo
CADA DÍA afeitándose cuando aún no se ha ni despertado. De hecho lo encuentro una actividad de riesgo, no entiendo cómo no se mueren más hombres
desangrados al año. Pero ahora va y resulta que os apuntáis las dos cosas. Con un par.

Un tío se iba de
viaje y
-¡qué envidia!- en el neceser llevaba un cepillo de dientes y si era muy muy muy metrosexual, un aftershave.
¿Ahora? Exfoliante, crema nutritiva, contorno de ojos Men-expert, hidratante antiarrugas, gel energy express, tonificante,
bálsamo extreme comfort, loción anti-fatiga... ¡fatiga me da a mí ver en el lío en que os habéis metido!

¿No habéis aprendido nada de nosotras? ¡Esas
cremas no sirven para nada! Las usamos sólo porque un día alguien de marketing (probablemente un listo empresario) descubrió que las mujeres no nos podemos resistir a los frasquitos, que sucumbimos hipnotizadas a los tarritos con potingues; sí, el mismo que descubrió que la
Gillete se vende mejor si aparece un Harrier sobrevolando el cielo mientras una tiarrona maciza en camisón de raso (fundamental) le acaricia al varón su suave tez... en fin, vosotros que podíais libraros y ahí os veo dejándoos los euros en la sección de cosmética...

Y puestos a feminizaros, ¿porqué no se os da mejor por llevar
falda que no causa ningún dolor físico? No sabéis lo cómodas que son, aunque bueno, a lo mejor sí lo sabéis...
Pero eso sí, os voy advirtiendo ya de que os olvidéis de los tacones, el umbral de dolor es inimaginable, así que ¡¡salvaos insensatos, aún que podéis!!

Porque la vida puede ser maravillosa mis
pequeñ@s drugos...